Sin novedad en el frente: una veracidad brutal

Cuando se combinan un profundo amor por el cine y por la Historia, el resultado es una obra maestra como Sin novedad en el frente, cinta alemana del 2022 que el pasado domingo se alzara con siete premios BAFTA, incluidos Mejor Fotografía y Mejor Película. A menos de un mes de celebrarse los Oscars 2023, Sin novedad en el frente está nominado en nueve de sus categorías.

El filme es un remake del homónimo de 1930, que a su vez es una adaptación de la novela alemana de igual nombre, en la cual se nos adentra en la Primera Guerra Mundial. A través de las experiencias de un grupo de jóvenes que llenos de vida y entusiasmo se alistan en el ejército, asistimos a una representación descarnada de lo que fue aquella contienda.

Una pared entre ellos y nosotros

La dupla dirección general y dirección de fotografía fue conformada por Edward Berger y James Friend respectivamente. Según afirma Friend, que Berger le diera la oportunidad de cuestionar el guion le permitió convertirse en el mejor cinematógrafo que pudiera ser.

Ambos querían lograr una historia lo más realista posible, de ahí que la película tenga cierto aire documental. Ello se refleja más que todo en el movimiento trepidante de la cámara a través de la acción, como si de un plano subjetivo de un reportero de guerra se tratara. Al decir de Friend, se hace muy difícil que, desde afuera, entendamos a alguien que ha pasado por semejante horror. “Existe una pared entre ellos y nosotros”, afirma. Por eso el desafío siempre fue transmitirnos lo que sentía el soldado, pero sin pretender ponernos en su piel.

Mirada íntima y humanista

Un factor esencial que contribuyó a reflejar tales sentimientos, fue la transformación paulatina de los rostros de los reclutas. No necesitamos diálogos para entender que esos jóvenes nunca volverán a ser los mismos. En este sentido el uso de primerísimos planos juega un rol esencial, en cuanto aportan una mirada más íntima y humanista, en una barbarie caracterizada por deshumanizar a quienes la integran.

Un asfixiante predominio de colores fríos

El lenguaje del color es hábilmente usado en función de la narrativa del filme. La calidez de la ciudad alemana en la que se nos presenta a los protagonistas, pronto es reemplazada por el asfixiante predominio de los fríos en las trincheras.

Luego tendremos paréntesis que oscilan entre los cálidos y los neutros. Tales tonos se dan en las escenas que reflejan la camaradería entre los soldados, su humanidad siempre remanente y pequeños atisbos de esperanza. También cuando se muestra a los decisores de la guerra, resaltando el contraste entre su opulencia y el horror que se vive en el campo de batalla.  

Oposición entre la vida y la muerte

La dirección de fotografía marca la oposición entre la vida y la muerte, mostrando la belleza y la armonía de la naturaleza frente a la brutalidad y el absurdo de la guerra. De ello es parte la escena introducción: una serie de planos de hermosos parajes y fauna silvestre seguidos de un combate en las trincheras, el cual por su complejidad tuvo que ser filmado 17 veces. También a ello responde una contemplativa relación sujeto-fondo representada en el hombre y el paisaje.

Metódica en su composición visual, pictórica en buena parte, Sin novedad en el frente se filmó con cuatro cámaras Sony VENICE y tres sets de lentes, ofreciéndonos de esta manera una gran variedad de planos y distancias focales. En este sentido vale destacar el frecuente uso de los cenitales, quizá como alusión a que Dios está observando, tal y como sentencia uno de los protagonistas.

Se trata de una obra magistral que nos adentra de a lleno en la guerra de trincheras. Una representación de un hecho histórico que, desde la comodidad de la paz y a más de un siglo de distancia, sus realizadores superan con creces el desafío de narrarlo con una veracidad brutal.

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