Tipos de distancia focal
La distancia focal, por lo general representada en milímetros, es la descripción básica de un lente fotográfico. No se refiere a la longitud real de éste, sino a la distancia óptica desde el punto en el cual los rayos convergen hasta formar una imagen nítida para el sensor. Indica el ángulo de visión, es decir, cuanto de la escena será capturado. A mayor distancia focal, menor ángulo de visión y mayor será el tamaño aparente de los elementos en el encuadre.
Variables y fijos
Antes de adentrarnos en las distancias focales es preciso conocer los tipos de objetivos que existen: variables y fijos. La ventaja del primero es su versatilidad. Son ideales cuando estamos fotografiando a una variedad de escenas o elementos, pues mediante el zoom tenemos la posibilidad de adaptar la distancia focal a cada situación. Los segundos, si bien carecen del zoom como opción, tienen como principal ventaja una mayor nitidez, también un menor tamaño y una mayor luminosidad en cuanto gozan de amplia apertura.
En fotografía hay una serie de focales que son de uso habitual. Para una mejor comprensión las hemos agrupado en términos de rango, de menor a mayor y según sus aplicaciones más usuales.
Grandes angulares 10-35mm
Es una de las distancias focales más básicas. Al encuadrar una amplia porción de lo avistado es ideal para la fotografía de paisaje, así como en cualquier escenario en el que busquemos captar un espacio amplio. De ahí que también sean muy útiles para tomas en lugares cerrados y relativamente estrechos. Justo en el límite de este rango, tenemos la focal fija de 35mm, clásica para muchos fotoperiodistas y street photographers, en cuanto ofrece un campo de visión abierto que a la vez obliga al fotógrafo a acercarse a la acción. El hecho de que sea una focal tan corta nos permite disparar a velocidades bastante bajas (por debajo de 1/30) con menor riesgo de trepidación, es decir, sin peligro de que la imagen resulte movida por la vibración generada por nuestra mano. Su mayor inconveniente es la distorsión que genera en la imagen, la cual es mayor a menor distancia focal y mayor cercanía del elemento a fotografiar. Dicha distorsión se hace patente sobre todo en los rostros, no obstante es un rasgo que podemos tornar en una ventaja si buscamos reforzar el dramatismo o la tensión en nuestro sujeto.
Lentes estándar 40-60mm
Por lo general existen en la variante de los fijos. Probablemente la distancia más famosa de todas, y la más cercana al ángulo de visión humana. Al ser lentes muy luminosos son muy útiles en situaciones de poca luz. Su amplia apertura y consiguientes posibilidades de bokeh, así como su nitidez y una nula distorsión que resulta muy favorable a las facciones del rostro, los hacen muy ventajosos en el género de retrato.
Teleobjetivo o Telefoto 70-200mm
Aquí el ángulo de visión empieza a ser mucho más pequeño que el de nuestra vista, ofreciendo una perspectiva que aísla al sujeto del entorno y comprimiendo los planos. Al permitirnos disparar desde cierta distancia sin que el sujeto se sienta asediado, es ideal para retratos y fotografía social. Dentro de este rango vale destacar el 85mm, el más corto de los tele fijos, junto con el 50mm es el más popular en la fotografía de retrato. Ya a partir de este rango, debemos disparar a altas velocidades para evitar trepidaciones, ello sumado a los altos valores de apertura nos obliga a elegir escenarios luminosos. El Súper Teleobjetivo o Súper Telefoto (300-600mm) es un derivado del anterior. Muy útiles en situaciones donde el sujeto represente un riesgo para el fotógrafo, ejemplo de ello son los animales salvajes y las zonas de guerra. También resulta muy útil para cubrir eventos deportivos y similares donde algún límite nos obligue a estar alejados de la acción.
Lente Macro
Existen una serie de variantes, todas fijas, algunas de ellas son 60mm, 105mm, 200mm y 85mm. Permiten que el fotógrafo haga foco muy cerca del sujeto y los reproduce en una relación 1:1 de tamaño real. Son comunes para flores, insectos y productos pequeños.
