Charles Cabrera: hacer lo que te gusta y que para colmo te paguen

Foto cortesía del entrevistado
Carlos Javier Cabrera Rodríguez tiene 47 años, de esos, 14 de carrera como realizador, más de 200 videos y un gran amor por lo que hace. Charles, apodo que con el que viene desde muchacho, es a día de hoy uno de los más reconocidos directores de video clips de la escena cubana.
Abro la entrevista preguntándole sobre sus inicios, como se convirtió en Charles Cabrera, y empieza su historia contándome que antes de siquiera pensar en dirigir videos musicales era rapero. Músico percusionista de escuela, fue miembro en los noventa de una banda de hip hop. En 1999 se ganaron un viaje a Alemania por un año y luego a Bélgica por cinco. Allá en Europa fue donde dio sus primeros pasos como realizador.

—Cuando llegué a Bélgica me compré una camarita de mano para filmar, que todavía la tengo. Yo lo grababa todo, hacía muchos videos cortos sobre nuestra vida allá y editaba con Windows MovieMaker. Éramos seis cubanos en una casa, ya te puedes imaginar. Un día un amigo que era profesor de educación física en la Universidad de Bruselas, me dice que están dando una beca para extranjeros de dirección de cine. Entonces fui y les presenté un material que hice sobre la misma ciudad, y me aceptaron.

—¿En qué año fue eso?

—Eso fue del 2002 al 2004. Cuando terminé la beca regresé a Cuba, y no fue hasta el 2008 que hice mi primer video clip oficial.  Me demoré porque todos me pedían que le enseñara alguna muestra, y todo lo que había hecho era propiedad de la universidad y no tenía derecho a ninguno de esos materiales.  

—¿Cuál fue ese primer video clip que hiciste?

“Me Enamoré” de Los Faraones. A partir de ese video empecé a ganar visibilidad. Pero cuando hice junto a Omar Leyva en el 2013 “Que suenen los tambores” de Laritza Bacallao, fue que realmente aparecí en la escena del clip cubano. 

Dame la verde, Alex Duvall feat Kimiko y Yordi—Director de fotografía: Marlon Garrigas
Charles no tiene problemas en confesarse como un realizador comercial, entiende que el clip es, ante todo, una herramienta publicitaria. En su obra podemos encontrar productos que son en sí mismo artísticos y comerciales. Es detallista y ello se traduce en imagen. Al preguntarle sobre su estilo creativo nos explica que la escena del clip cubano se puede dividir en dos tendencias fundamentales:

—Una es la imagen de video clip súper limpia, súper enfocada, un ejemplo en ese sentido es Freddy Loons. Y está la otra estética que es más cine, que usa más el grano, como la de Joseph Ros por ejemplo. Yo soy más de la segunda. En lo personal me gusta que el video tenga una textura que se sienta un tanto irreal, como un recuerdo, que se sienta la cinta, como digo yo. 

—¿Qué tanto te apoyas en tu equipo a la hora de trabajar?

—La verdad, yo soy un director casuelero. Me meto en todo. Claro, me gusta que toda especialidad tenga su aporte, pero yo les digo “esta es mi idea, hazme una propuesta”, y yo decido si procede o no. Eso sí, edito muchos de mis trabajos. Cuando lo hago me pongo en el lugar del espectador. Yo dirijo y en mi mente ya voy montando los planos, y si pudiera editara en el mismo rodaje.

—¿Cuáles son las cualidades que más tienes en cuenta a la hora de conformar un equipo?

Uno pasa muchas horas rodando, y en pre y posproducción, y si no hay empatía y familiaridad se hace más difícil todo. Yo no trabajo con la gente porque sean capaces, trabajo con la gente que quiero y trato de que sean capaces. Lo más importante es la familiaridad. Tristemente el dinero es necesario, y en este medio hay mucha gente que está nada más por el dinero. Yo prefiero que la gente trabaje por amor a lo que hace. Lo mejor del mundo es hacer lo que te gusta y que para colmo te paguen.

—¿Cuáles son los artistas con los que te sientes más cómodo a la hora de rodar?

Con Diván me siento muy cómodo, se desenvuelve muy bien en los rodajes y tenemos una muy buena amistad.  Los artistas más disciplinados para trabajar son Kelvis Ochoa y Leoni Torres. Y el tipo que sí es el jefe de la cámara se llama Ramón, El Chacal, es un tipo súper histriónico, él entiende el personaje y lo interpreta. Parece que en otra vida fue actor, porque tú le explicas la historia y automáticamente él se convierte en el personaje. 

—¿Y directores de fotografía? ¿Hay alguno con el que te sientas más a gusto trabajando?

— Tengo tantos amigos y tan buenos todos que siempre los estoy rotando, entonces dependiendo de la estética que busque y de su disponibilidad es que los elijo. He trabajado con directores de foto buenísimos como Alexander Gonzáles, David Cruz y David Gonzales del Valle. Ahora estoy trabajando con un muchacho que se llama Marlon Garrigas. Me gusta mucho trabajar con la gente joven y ayudarlos a que hagan carrera. 

—Has sido galardonado varias veces en los Premios Lucas, se puede decir que te han tratado bien. Sin embargo en los últimos años el proyecto ha sido criticado por algunos realizadores. Quisiera oír tu opinión al respecto.

—Es verdad que Lucas tiene sus detractores. Ante todo hay que decir que es muy complicado llevar un proyecto así durante tantos años, y a pesar de los defectos es el programa más importante del video clip en Cuba y ha sido la plataforma a partir de la cual han crecido muchos realizadores. Pero hay cosas que yo no entiendo: Si se hace una gala de nominados, los no nominados deberían estar incluidos, porque también están participando, y se supone que de las nominaciones uno se entere en la gala. También me parece que se quedan videos por poner, aunque es justo decir que son muchos y la programación es corta. Y en tercer lugar creo que deberían abrir más la mente con los jóvenes que vienen con una nueva estética. Hay que tener en cuenta que el clip es una herramienta publicitaria, y no porque sea sencillo o comercial puedes menospreciarlo.

—¿Puedes hablarme un poco más sobre ello?

Para llegar al pueblo la imagen debe ser fácil, si lo cargas de un contenido artístico muy fuerte el que tiene el conocimiento lo entiende, pero la mayoría no, que lo que quiere ver es una imagen atractiva, que también es difícil de lograr y lleva un trabajo detrás que debe ser respetado. Y yo creo que en esto último está el principal problema de Lucas. Tengo que decir que en mi carrera no ha pasado, porque he hecho muchos videos comerciales y siempre han sido muy receptivos conmigo, muy rara vez han dejado de poner un video mío, pero sé de estas inconformidades por otros colegas.

Tu nombre en un Bolero, Alain Pérez—Director de fotografía: Henry Soto
Charles se lamenta de que en Cuba nos hayamos quedado sin cine prácticamente, y esa es, a su juicio, la causa principal de que en la escena del clip cubano predomine un fuerte contenido artístico, pues muchos realizadores  se han visto obligados a refugiarse en dicho género como una manera de desarrollar su obra. De hecho, el propio Charles en un principio aspiraba a hacer ficción o documentales, y hoy tiene dos películas escritas que aspira a llevar a la pantalla. Sus clips tienen mucho de cinematográfico, y las sorpresas narrativas están muy presentes en ellos. Le gusta jugar con la mente del espectador. Algo que es comprensible cuando nos confiesa sus referentes.

—Me gusta mucho el cine de entretenimiento, ver películas para relajarme, desconectar. Me gustan todas las de Tom Hanks. Para mí Forrest Gump es la mejor película del mundo, sobre todo por su mensaje, te enseña que puedes ser lo que se te ocurra si te lo propones. Además de que como película está brutal. Por lo demás Quentin Tarantino, Martin Scorcesse, Francis Ford Coppola, James Cameron y Mel Gibson son mis directores preferidos. A James Cameron tuve la oportunidad de conocerlo aquí en Cuba. Hace como cuatro o cinco años. Un día voy a casa de un socio y me dice “asere ¿tú sabes quién se está quedando en la planta de arriba? el director de Titanic”. Solo me presenté y cruzamos unas pocas palabras pero yo pienso que al darle la mano a ese tipo se te tiene que pegar algo.

—¿Cómo ves la salud del video clip cubano?

El clip cubano goza de muy buena salud, se están haciendo cosas muy buenas, pero siento que la nueva generación no le está dando el valor suficiente a la obra y a cada especialista. 

—¿En qué sentido?

Si el artista te dice que tiene poco dinero, tú tienes que hacer el video en función de ese presupuesto, sin sacrificar tu salario y menos el de tu equipo. Se puede tener menos luces, menos arte pero nunca menos salario, porque mi equipo es mi familia y yo los represento a ellos. Tienes que velar por la obra, pero la obra está sujeta al presupuesto. Los jóvenes a veces por decir “le hice un video a fulano” trabajan de gratis, y entonces cuando el artista tiene dinero para pagar y quiere hacer otro video no busca al que le hizo el video gratis, busca a un realizador más rankeado, del nivel donde el artista quiera llegar.

—Por último, cuéntame sobre las dificultades de ser un director de audiovisuales en Cuba

Los permisos para filmar en los lugares. Uno no debería necesitar un permiso para filmar en el malecón, la playa o el Parque Lenin, y siempre aparece alguien exigiéndote un permiso. En una calle yo lo entiendo, porque hay que cerrarla y debe haber una persona que controle el tráfico. Aparte de los permisos la falta de recursos, que golpea mucho en especialidades como dirección de arte y diseño de producción. Incluso disponiendo de todos los medios el trabajo de clip es duro, es tan intenso que llega un momento en que tu edad no te permite seguir. Alejandro Pérez no sé cómo todavía los está haciendo. Es agotador, ya yo estoy a punto de dejarlo, aunque me gusta todavía. Ahí tengo mis dos películas escritas esperando a que aparezca el presupuesto.

Feliz con él, Diván feat Alex Duvall —Director de fotografía: Ronin Novoa

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