Introducción a los planos fotográficos
En la fotografía los planos representan la perspectiva y el tamaño de nuestro sujeto en relación al encuadre. Se determinan a partir del ángulo de la cámara y las distancias óptica y física del lente, eligiendo de esta manera qué elementos dejamos dentro de la foto y sus proporciones en ella. Si bien este concepto tiene una mayor relevancia en el ámbito cinematográfico, también es esencial para la narrativa de la imagen fija.
Planos de acuerdo a los tamaños de campos
Plano general: se utiliza para mostrar al sujeto y su contexto en su totalidad. Es muy útil para representar una situación en un espacio determinado, teniendo un propósito descriptivo en cuanto nos brinda una perspectiva amplia. El sujeto muchas veces queda lejano, diluido en el entorno, pudiendo transmitir dramatismo si destaca su aislamiento o pequeñez. Un derivado es el extremo gran plano general o plano general largo, usado para vistas y panoramas épicos.

Plano entero: También llamado plano figura, visión completa o plano general medio, es el encuadre donde los límites superiores e inferiores coinciden con la cabeza y los pies del sujeto.

Plano medio: nos muestra al sujeto desde la cabeza a la cintura, siendo muy común en la fotografía fashion. Es uno de los más naturales, en cuanto ofrece una visión similar a la que tendríamos en una conversación. Combina la cercanía del rostro con la expresividad del cuerpo. También es la distancia adecuada para mostrar la realidad entre dos sujetos, como es el caso de las entrevistas.

Plano americano o plano ¾: Consiste en mostrar al sujeto desde la cabeza hasta medianía de piernas, siendo ideal para retratos grupales. Se trata de una ligera variación del plano medio. Se popularizó en el género western, a partir de que los espectadores necesitaban ver a los personajes desenfundar sus pistolas.

Plano medio corto o plano busto: Un poco más cerrado que el plano medio y más abierto que el primer plano. Consiste en mostrar al sujeto desde la cabeza hasta la mitad del pecho. Es mucho más subjetivo y directo que los anteriores, dando pie a una identificación emocional e iniciando los llamados planos retrato. Su propósito es centrar toda la atención en el sujeto, mostrándolo independientemente del entorno.

Primer plano: Es el retrato en su concepción más clásica, en cuanto permite apreciar detalles esenciales como los gestos y la expresión. La técnica empieza a hacerse esencial a fin de evitar brillos o sombras molestas y garantizar el enfoque en los ojos. Recoge desde el rostro hasta los hombros. Debido a su cercanía este tipo de plano, al igual que el plano detalle y el primerísimo primer plano, nos transmite confidencia e intimidad respecto al personaje.

Primerísimo primer plano o plano italiano: Consiste en encuadrar desde medianía de la frente hasta la punta del mentón. Dota de gran intimidad a la imagen.

Plano detalle: Es el más cercano de todos, en él se enfatiza al máximo una acción o elemento determinados que de otra manera pasarían desapercibidos, destacándolo de forma minuciosa. Es muy común en el audiovisual y las series fotográficas, debido a su función como complemento de otras imágenes.

Planos de acuerdo al ángulo de la cámara
Frontal: la dirección de la cámara es paralela al suelo y se encuentra a la altura de los ojos o, en caso de ser un objeto, a su altura media.

Picado: es una angulación oblicua superior, es decir, la cámara se sitúa por encima de la altura media del objeto y está orientada ligeramente hacia el suelo. Normalmente, el plano picado sugiere un personaje psíquicamente débil, dominado o inferior.

Contrapicado: opuesto al picado, con la cámara orientada hacia arriba. Por lo general representa un personaje psíquicamente fuerte, dominante o superior.

Nadir, supino o contrapicado perfecto: la cámara se sitúa completamente por debajo del sujeto, en un ángulo perpendicular al suelo. Otorga dinamismo a la acción y aumenta el interés y el movimiento a la escena. Aunque vale destacar que suele ser todo un desafío técnico ejecutarlo.

Cenital o picado perfecto: la cámara se sitúa completamente por encima del personaje, en un ángulo también perpendicular, ofreciendo al observador un punto de vista desde las alturas, mostrando todo cuanto está dispuesto en la escena con un gran sentido narrativo y descriptivo.
